La centenaria costumbre sirve para proteger a las niñas del estigma que la viudedad supone para esta comunidad, al asegurar que el primer marido de una mujer newar -el dios- inevitablemente sobrevivirá a su mortal esposa.
Durante la ceremonia, las chicas sostienen el membrillo de Bengala, también conocido como 'manzana de madera', en una palma y tocan la estatua del dios con la otra, simbólicamente ofreciendo a Vishnu su mano en matrimonio.
Los padres de las niñas también se aseguran su lugar en el paraíso a través del "kanyadaan" - la práctica de ofrecer a su hija en matrimonio-, según los sacerdotes que conducen la ceremonia.
"Estas son tradiciones transmitidas por nuestros ancestros, tenemos que seguirlas y mantenerlas vivas. Es nuestra cultura", aseguró Dipendra Shrestha, padre de las dos niñas.
Tras los rituales, con regalos para la novia seguidos de un banquete para familiares y amigos, llega la hora de volver al colegio para Riddhima, la primera entre sus amigas en participar en la ceremonia.
"Mis amigas sentían curiosidad, fue divertido contarles cómo fue", dijo Riddhima a la AFP. "Me gustó mucho, me sentí como una persona mayor, como una novia".
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